En este poema de Miguel Hernández se recogen numerosas ideas. La principal y más importante es el ímpetu de su autor en que su hijo recién nacido sonría, ría y sea feliz siempre, a pesar de la penosa y descorazonadora situación en la que se encontraba el país y, sobre todo, a pesar del hambre que estaban pasando todos por culpa de la Guerra Civil, en la que lo único que la mujer de Miguel Hernández podía darle a su hijo de comer eran sopas de cebolla.
Además también se recoge el sentimiento de tristeza e impotencia que siente el autor por no poder hacer nada por su familia al estar preso injustamente.
Su tema es, sobre todo, la intención de Miguel Hernández de hacer feliz a su hijo, de que esté alegre a pesar de todas las penalidades. Escribe estos versos porque no puede hacer nada más, siente impotencia por no poder alimentarlo pero le retransmite la idea de felicidad, de sonreír a pesar de todo.
La estructura interna de este poema se puede dividir en diversas partes:
- La primera parte, la introducción del poema, se corresponde con la primera estrofa, donde presenta a la cebolla como único elemento para subsistir en una España corrompida por la guerra y el hambre.
- La segunda parte ocupa las dos estrofas siguientes en las que hace ver que su hijo recién nacido y su mujer se encuentran en una situación de miseria. Esto lo expresa de forma apenada y mostrando su descontento ante esta situación por la que no puede hacer nada.
- La tercera parte se corresponde con las tres siguientes estrofas, donde empieza a escribir de una forma más cercana, en la segunda persona del singular, para hablarle directamente a su hijo y así sentirse más cerca de él, diciéndole que sea feliz, que ría y que esté alegre a pesar de todo.
- La cuarta y última parte ocupa el resto del poema ya que es donde Miguel Hernández describe de forma emotiva y cariñosa lo que la risa de su hijo causa en él, mostrando así un motivo más para que su hijo sea feliz.
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